La fundación II
Sentí que dormí como tres días, tan profundo y tan relajado que llegué a sentir una paz que hace mucho tiempo,( por no decir nunca ) había sentido.
Un descanso indescriptible y fascinante, como un viaje sideral en el cuál continuaba hasta escuchar un grito fuerte que fue mi boleto de regreso a mi nueva realidad.
- ¡Buenos días, buenos días! ¡De pie de pie¡ a las duchas y a tender la cama y a la fila.
Entre despierto y dormido miraba como habían muchos niños corriendo de un lado para el otro y de un momento a otro me miré por inercia corriendo hacia las duchas, eran menos de las 5 am y el agua de Bogotá y más en la parte alta es demasiado fría, recuerdo al ingresar a la ducha el agua cayó en mi cabeza como un tempano de hielo provocándome una fuerte migraña y un escalofrío incontrolable poniéndome mis labios morados y mi piel pálida, como era de esperarse fui el ultimo en tender la cama y estar listo en la fila, el costo de bautizo fue barrer y trapear todo el dormitorio, allí entendí porque todos corrían como locos para no ser el ultimo.
Al llegar al comedor todos me miraban como bicho raro y al pasar por cada mesa sentían como hablaban y se burlaban de mi aspecto.
Me senté en una mesa solo a desayunar cuando se me sentó al lado un profesor y me dijo que después de desayunar lo esperara - A donde me podría ir ah -
Así fue, me llevo donde iba a ser mi salón
- Tú serás desde ahora parte del grupo junior
- Profesora, le hago entrega del joven Edwar, un nuevo integrante de su equipo.
-Vale maestro, gracias ... Bienvenido Edwar sigue al salón y siéntate.
De nuevo las miradas de todos encima mío, en especial de un chico que tenía una mirada de maldad y que estaba al lado de los dos jóvenes mas altos del salón, en ese momento entran dos chicos con unas bandejas con un refrigerio, ese momento se llamaba felicidad, sin embargo antes de que pudiera destapar mis galletas siento como se esfuman de mis manos.
-Perdió menor, o que va a hacer?
Era el joven de la mirada mala que me las había quitado de mi mano mientras la profesora seguía en la puerta con su colega aun en una platica extensa.
- Es mi refrigerio
le dije con rabia y lo empuje, de un momento a otro me vi rodeado por los dos pelaos altos que con mirada intimidante me dejaron inmóvil.
-Nos salió gallito el indio
las carcajadas se hicieron fuertes
- Te acabas de estrellar indiecito, oficialmente te doy la bienvenida a tu nuevo hogar
paso seguido me quita también la bebida y se come mi refrigerio al frente mío mirándome con satisfacción.
-Que pasa aquí
era la profesora que al fin había acabado su extensa platica
-Nada mita, estamos dándole la bienvenida al nuevo, diciéndole que si quiere ser nuestro amigo
Con cinismo decía Hugo, quién con su tono de voz y su carisma mientras le hablaba a la profesora parecía un tipo totalmente diferente al que hace poco me había intimidado.
En ese momento entendí que esta nueva etapa de mi vida, como si fuera alevosía del destino, iba a ser como de costumbre un infierno.
-Eso es cierto Edwar?
-Si profesora, son muy amigables ...